Río Bueno sale al mundo con los relatos de vida de "Los últimos que quedan"
PUBLICACIÓN. Libro rescata la trayectoria de diez vecinos con ocupaciones y oficios de alto valor patrimonial. El escritor Iván Espinoza se encargó de entrevistarlos.
Juan Carlos Pafian es parte del paisaje de Río Bueno. Tenía 17 años de edad cuando comenzó a trabajar como ayudante de una frutera que le ofreció el puesto para poder subsistir. Así fue que comenzó a recorrer la comuna, con distintos productos. Así se volvió un personaje habitual en la comuna. Hoy también es conocido por ofrecer el servicio de fletes en triciclo.
La de Alfonso Rojel Norambuena no es una profesión. Es más bien un oficio. Dice que durante su infancia aprendió a reparar radiadores de vehículos, ocupación en la que actualmente es un referente en Río Bueno. Su padre fue hojalatero, gásfiter y fabricante de estufas a leña. También hacía coronas funerarias de cobre, un lujo que solamente unos pocos podían darse.
Además de vivir en la misma comuna, Pafian y Rojel comparte otro elemento en común. Ambos están en las páginas de "Los últimos que quedan. Rescate del patrimonio vivo de Río Bueno".
Es un libro ideado por la Oficina de Patrimonio e Identidad de la Municipalidad de Río Bueno, donde también está la trayectoria de: Sergio Rodríguez (amansador de caballos carretoneros), Irma del Rosario Molina (profesora normalista, formadora de coros infantiles), Pedro Delgado (talabartero), Róbinson Soto (anticuario), Geraldine Delgado (suplementera), Dalmiro Ríos (tapicero), Haydee del Carmen Colihuinca (educadora intercultural mapuche huilliche) y Jorge Ojeda (cartero).
Metodología
La publicación cuenta con financiamiento del Gobierno Regional de Los Ríos y el apoyo del Comité de Adulto Mayor Renaciendo de Río Bueno. La producción de los contenidos fue en 2023, gracias al trabajo de la coordinadora y gestora Daniela Muñoz, del antropólogo Camilo Rodríguez y del escritor Iván Espinoza, responsable de las entrevistas.
"La idea fue mostrar el lado humano de los vecinos y presentar distintos datos e historias en textos mezclados con literatura. Hicimos un rescate de todo aquello valioso que hay detrás del quehacer de cada cual. El proyecto fue muy lindo. Trabajamos mancomunadamante con todos y se logró el objetivo de darle proyección a la gente y dignificarla", dice Espinoza.
La importancia
Los diez personajes fueron elegidos siguiendo criterios como, por ejemplo, la originalidad de los oficios. En el libro, Camilo Rodríguez también explica la relevancia de la propuesta editorial. "Las entrevistas aquí presentadas son testimonio palpable de cómo las experiencias de vida de las personas van moldeando una identidad particular en torno a un quehacer específico, ya sea oficio, profesión, artesanía o emprendimiento. Identidad que resulta -a la vez- constitutiva del patrimonio cultural, tanto individual como colectivo. Es decir, estas experiencias determinantes van generando un cúmulo de prácticas y saberes que terminan por incidir tanto en la autovaloración, como en la manera en que un individuo es percibido por su comunidad. Aquí precisamente radica la importancia de poner en valor dichas experiencias", aclara.
"Los últimos que quedan. Rescate del patrimonio vivo de Río Bueno" fue lanzado en diciembre en la Biblioteca Municipal. La primera edición es de 50 ejemplares.