Daniel Navarrete Alvear

Hace cinco años, la localidad de Liquiñe (Panguipulli) fue declarada Ciudad Artesanal del Mundo por la Unesco. La distinción sirvió para visibilizar el trabajo creativo de la comunidad y auguró un paulatino posicionamiento que a fin de cuentas se interrumpió con el estallido social y la pandemia por coronavirus. Las restricciones de movilidad afectaron el turismo y con ello, disminuyeron las ventas de artesanías hechas, principalmente, de madera.

Para tratar de revertir la situación es que en su momento se realizaron ferias y se reactivó la labor de promoción turística. Tras el término de la crisis sanitaria, Liquiñe sigue sumando hitos. El más reciente ocurrió el fin de semana, con el lanzamiento de la primera guía en la que se puede consultar 15 puntos de artesanía y otros 5 de gastronomía. El documento impreso, con un tiraje de 3.000 copias, es el resultado de un proyecto que se realizó el año pasado con financiamiento del Fondart Regional del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. La iniciativa fue desarrollada por la Fundación Patrimonio Sustentable y permitió generar una segunda guía para la Región de Los Ríos, tras la del Barrio Cochrane de Valdivia lanzada en octubre de 2022 (ver recuadro).

El proceso

Alejandra Rosas, presidenta de la fundación, explica que la idea de la guía para Liquiñe nació como una forma de retomar un trabajo que estaba pendiente desde la declaratoria de la Unesco. Ese logro fue conseguido en gran medida por el impulso de Eduardo Soto, para aquel entonces funcionario del Departamento de Fomento Productivo de la Municipalidad de Panguipulli; quien luego se integró a Sercotec Los Ríos. En esta nueva ocupación es que conoció la labor hecha por la Fundación Patrimonio Sustentable con el Barrio Cochrane y se planteó la posibilidad de hacer lo mismo, pero con Liquiñe.

"La experiencia con Valdivia fue muy satisfactoria y con un impacto muy positivo, entonces surgió la idea de trabajar con Liquiñe, cuya comunidad ya estaba organizada y a la