Adecuar normas turísticas
El sábado recién pasado salimos muy temprano en kayak y sup a Punucapa desde Valdivia, perfecto para disfrutar de la tranquilidad y del avistamiento de aves, aprovechamos de deleitarnos de la feria que allá se instala y vimos gratamente como iban llegando múltiples turistas a la zona.
Lamentablemente al retorno, por el río Cruces, uno de los kayak volcó producto del fuerte oleaje producido por dos barcos de turistas que venían haciendo competencia.
Luego, en el río Cau-Cau, íbamos por la orilla y sin piedad algunos de los barcos de turistas pasaban a exceso de velocidad, inclusive adelantando a otras embarcaciones, generando un ruido innecesario y evidentemente espantando cualquier tipo de vida silvestre.
Reclamando en la Armada, se me indicó que existe una resolución (2015) que limita las zonas de actividades de remo, que leyéndola hace justa relación con el deporte remo, pero no tiene sentido aplicarla para kayak y Sup. ¿Se imagina tratar de hacer Avistamiento de aves en kayak o sup con una embarcación a motor de apoyo permanente? Claramente eso no funcionaría.
Todos vivimos en esta ciudad directa o indirectamente del turismo, para que funcione a largo plazo debe ser sostenible y necesariamente adecuarse a los nuevos tiempos.
Emilio Becker Ingeniero Civil Industrial MBA Turismo Sostenible prof.emiliobecker@gmail.com
Jubilados
Jubilar es una palabra que significa que las personas se retiran de la actividad laboral después de un largo periodo de trabajo. Se supone que tendrán un descanso merecido , con tranquilidad, paz y afectos, después de la larga jornada de servir al prójimo. Entonces es de justicia pensar que ese descanso será digno y también jubiloso para disfrutar no solo un merecido descanso, sino también disfrutar con sus seres queridos.
Pero la realidad es otra. Los jubilados sufren con una pensión indigna para vivir. ¿Dónde esta la justicia para ellos? Esa duerme mas de 10 años en manos de quienes tienen una vida de poderosos, con sueldos que les permiten tener plenos derechos y sin apremios.
Ellos tienen en sus manos la decisión para cambiar la historia de los jubilados, pero se ocupan en discusiones, estériles, amenazas de unos contra los otros y se pasan la vida discutiendo nimiedades que son irrisorias frente al grave problema de los jubilados.
Arturo Goddard Bravo Profesor Normalista normalista1949@hotmail.com
Estado de excepción
Vivimos en un contexto de miedo e inseguridad a nivel nacional.
En este marco somos víctimas de quienes, aprovechando su juventud y sus ventajas físicas, hacen de las personas mayores un objetivo para asaltar. Como nunca antes, hemos visto una delincuencia que no respeta la edad y no deja de usar la violencia en contra de los mayores.
Se ha instalado un debate en torno a las medidas que se pueden implementar para detener el alarmante aumento de homicidios y asaltos, y quienes vivimos este problema como víctimas y simples ciudadanos, estimados procedente dar a conocer nuestra opinión.
Es urgente que las autoridades declaren un Estado de Excepción.
A nuestro juicio cualquier medida es insuficiente, compleja de implementar y en consecuencia muy lenta. Visualizamos al Estado de Excepción como una medida rápida y efectiva para combatir la delincuencia y los homicidios. Asimismo, devuelve a la sociedad en su conjunto, las herramientas para implementar medidas más estrictas de seguridad, aumentar la presencia policial en las áreas de alto riesgo y fortalecer los mecanismos de investigación y persecución del delito. Se recuperan las calles y el único amenazado es el delito.
Hacemos un llamado a las autoridades a superar complejos y traumas del pasado respecto del papel que pueden cumplir las fuerzas armadas en este problema país. No hay tiempo que perder y sí muchos homicidios y delitos que evitar.
Recordemos que según la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc), la percepción de inseguridad e n nuestro país, alcanza el 90%, la tasa más alta de la última década, y 21% de los hogares ha sido víctima de algún delito.
Como país, no podemos permitir que esto continúe sin tomar medidas drásticas para frenar esta situación. Es necesario que las autoridades opten por proteger a las personas y proporcionar un ambiente seguro.
Cesar Cereceda Serón Presidente Unión Nacional de Pensionados