En marzo de 2019 el entonces Presidente Sebastián Piñera estuvo en Los Ríos para anunciar un plan de inversiones de 8 mil millones de dólares. Lo hizo en Valdivia.

Era un año antes de la pandemia y nada hacía suponer lo que vendría después. La desocupación llegaba al 4,5% y todo parecía propicio para anunciar planes de infraestructura, conectividad, soluciones sanitarias, pesca, turismo y seguridad, los cuales debían tener resultados en 2022 (ejecución, diseño, entrega), terminando su segundo mandato.

Planteaban el diseño de los accesos norte y sur a Valdivia hacia Paillaco y a San José; el estudio de Impacto Ambiental del puente Cochrane-Los Pelúes; el segundo acceso a Mariquina, con un puente de 140 metros de largo; la rutas Vadivia-Corral y Coñaripe-Pellaifa; Circunvalación Sur y Norte en Valdivia; además del diseño del túnel Torobayo-Las Mulatas y un impulso importante a la electromovilidad "para dejar de usar combustibles fósiles", dijo el entonces Mandatario.

Remodelación de Pichoy, plan de borde fluvial en cinco fases, acceso al Parque Alerce Costero, trabajos en Río Bueno y Panguipulli; modernización de seis caletas pesqueras; un hospital La Unión-Río Bueno; Cesfam de Barrios Bajos; Cesfam Externo; el centro de manejo de residuos sólidos regionales, con relleno sanitario y centro de reciclaje. En seguridad anunciaba el cuartel de Carabineros de Las Ánimas, nueva tenencia en Mariquina y terminar el cuartel de la PDI regional.

Además, una anécdota que hoy parece premonitoria: aseguró el diseño del nuevo Estadio Regional y bromeó: "¿Qué viene primero el Estadio o Valdivia en Primera División? Yo les propongo que avancemos simultáneamente en esos dos frentes".

Revisar el listado de esas obras soñadas y proyectadas hace reflexionar sobre las múltiples tareas ya definidas entonces y aún en lenta (o nula) materialización. Se entienden las circunstancias por la emergencia sanitaria y sus secuelas, pero remece observar.

Las tristes noticias de los últimos días, han permitido revisar, recordar y quizás renovar voluntades para que esas y otras necesarias ideas se hagan realidad.

En el Día Mundial contra el Cáncer, conmemorado el reciente domingo 4 de febrero, conmemoramos los avances en la investigación que nos acercan a una ansiada cura. Sin embargo, es crucial reconocer que la batalla va más allá de los laboratorios. Educar a la sociedad sobre factores de riesgo, fomentar hábitos saludables y garantizar el acceso a exámenes de detección temprana son estrategias esenciales para reducir la carga de esta enfermedad.

La humanización en salud se erige como un pilar fundamental en esta lucha. Los cuidados paliativos son fundamentales al brindar apoyo integral a quienes enfrentan esta enfermedad, no solo físicamente, sino también en el aspecto emocional y espiritual.

La conjunción de investigación innovadora, cuidados compasivos y esfuerzos proactivos en promoción y prevención configuran un enfoque holístico y efectivo contra el cáncer.

Al unir estos elementos, no solo avanzamos hacia una cura, sino que también mejoramos la calidad de vida de aquellos que ya luchan contra esta enfermedad.

Este Día Mundial contra el Cáncer nos insta a seguir trabajando no solo en los laboratorios, sino también en la construcción de un sistema de salud que respete la dignidad y la humanidad de cada paciente.

Como académicos desempeñamos un rol clave en la formación de futuros profesionales de la salud, no solo en términos de conocimientos técnicos, sino también en la inculcación de valores fundamentales, especialmente la humanización de la atención médica sumado a la empatía, el respeto y la compasión.

En conclusión, la humanización en salud no solo mejora la calidad de la atención, sino que también fortalece la relación entre el profesional y el paciente.

Incorporar estos principios desde el inicio de la formación académica asegura que la empatía y la humanidad sean componentes intrínsecos del ejercicio profesional.

Dr. Carlos Rosas C.

Secretario de Estudios Medicina USS Sede Valdivia

Intoxicados con mariscos

Vecinos de Las Gaviotas

Molestos se encuentran los residentes del sector Las Gaviotas, ya que según ellos hace tres meses dos vecinos del lugar comenzaron a construir ilegalmente en el sector, adueñándose de un muelle de uso público y arrojando gran cantidad de basura en el humedal Angachilla.

Daños y destrozos de consideración están provocando los animales vacunos y caballos que transitan diariamente en el sector y que ingresan al terreno de la parroquia Santa Inés de Isla Teja. Los sacerdotes que residen en el recinto pidieron más responsabilidad a los dueños.

Veinte personas resultaron intoxicadas en Mehuín por consumo de mariscos en mal estado, vendidos en sectores del balneario. Los afectados fueron atendidos en el hospital Santa Elisa de San José de la Mariquina y posteriormente derivados a sus domicilios.