La Cancillería envió una nota al embajador de Argentina en nuestro país, Jorge Faurie, en el que le expresó su "preocupación" tras un incidente que se produjo entre el diplomático y una delegación chilena durante una actividad en el complejo fronterizo Los Libertadores la semana pasada.

La situación ocurrió en el marco de una reunión de comitivas nacionales entre ambos países, la que se llevó a cabo el 15 de marzo y en el que la autoridad argentina -según acusa la delegación chilena- tuvo un comportamiento poco adecuado y expresó frases contra Chile.

"Mi país ya era potencia agrícola mientras ustedes recién aprendían a comer", fue una de las frases que Faurie entonó a la mencionada delegación durante el encuentro, lo que provocó una evidente molestia en la representación chilena, compuesta por miembros del consulado en Mendoza y el delegado Provincial de Los Andes, Cristián Aravena.

Según las mismas versiones, Faurie también ignoró al delegado Aravena y expresó "¿qué es un delegado? Nuestro Gobierno no reconoce tal cargo y no le atribuye ninguna importancia ni validez a la misma".

Piden su salida

Ante esta controversia diplomática el diputado Nelson Venegas (PS), representante del Distrito 6, planteó que "no es solo una falta de respeto ni una frase casual la que se señaló; fue una actitud constante y persistente, de cerca de dos horas, en que se le faltó el respeto a él como delegado en cuanto a su investidura".

"Se les faltó el respeto además a los funcionarios públicos, a gente por ejemplo del SAG (Servicio Agrícola Ganadero), donde el embajador incluso señaló términos como que los argentinos ya producían y exportaban productos agrícolas cuando nosotros recién estábamos empezando a caminar como Estado", agregó el legislador.

"Para mantener buenas relaciones con Argentina no podemos tener representantes de esta naturaleza", complementó.

El diputado Diego Schalper (RN), miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, indicó que "incitamos a la Cancillería a plantear una nota de protesta respecto de los dichos del embajador argentino. Nos parece impresentable su manera de referirse respecto de una autoridad política chilena".

Mientras que Stephan Schubert (Republicanos) dijo esperar "que el señor embajador se pueda disculpar por cuanto las autoridades chilenas deben ser respetadas así como también nuestro pueblo".

Como una forma de mostrar una señal de unidad, todos los diputados y un senador de la Región del Biobío anunciaron ayer la presentación de un proyecto de reforma constitucional para crear un arancel temporal del 50% al acero procedente de China, principal socio comercial de Chile, ante la crisis que se desató con el anuncio de cierre de la siderúrgica Huachipato.

La iniciativa es promovida por los legisladores Joanna Pérez (Demócratas), Marlene Pérez (independiente-UDI), Roberto Arroyo (Partido Social Cristiano), Félix González (Ecologista Verde), Leonidas Romero (independiente-RN), y el senador Gastón Saavedra (PS), junto a los dirigentes de los Sindicatos 1 y 2 de Huachipato, el Gobernador Regional Rodrigo Díaz, y alcaldes de la zona.

Según se detalla en el documento, el proyecto se presenta debido a que "en ciertos sectores estratégicos, como el del acero, se ha considerado necesario establecer medidas de protección para resguardar la industria local frente a la competencia extranjera, particularmente la proveniente de China".

"Este giro dramático en la trayectoria de la compañía responde a una serie de desafíos económicos y de mercado, particularmente la competencia desleal del acero importado de China", señala el texto.

La idea es "incorporar un artículo transitorio nuevo en la Constitución Política de la República estableciendo medidas de protección para la industria siderúrgica chilena, implementando un arancel especial temporal al acero chino. Durante los tres años siguientes a la publicación de la presente reforma constitucional, toda importación de productos de acero como alambrones, acero de refuerzo para la construcción, barras y bolas de molienda de minerales, de origen de China estará gravada con arancel del 50 por ciento".

Ayer se hizo efectiva la renuncia de Ricardo Cifuentes (DC) a la presidencia de la Cámara de Diputados, tal como establecía el acuerdo firmado por colectividades oficialistas con partidos de centro para rotar dicho cargo, y a pesar de que el pacto que había sumado también a la UDI en el Senado se rompió el martes, cuando los legisladores gremialistas y de Demócratas desconocieron dicho convenio y ayudaron a que asumiera José García Ruminot (RN).

Y este conflicto amenaza con repetirse el 15 de abril, cuando la sala de la Cámara de Diputadas y Diputados tenga que elegir a su nueva testera, pues los desencuentros entre los firmantes originales del acuerdo se han profundizado. En primer lugar por el descuelgue de Demócratas y también porque tanto el Partido Comunista como el Partido de la Gente aspiran a presidir la Corporación, pues tienen diferentes interpretaciones del pacto tras el veto que sufrió Karol Cariola en el segundo periodo que se había establecido.

En este escenario asoma la figura de Joanna Pérez (Demócratas) como posible nombre de consenso en la oposición: podría sumar a su partido y a Chile Vamos para asegurar los votos necesarios.

La parlamentaria renunció a la DC (partido por el cual fue elegida para el cargo) en 2022, junto a un grupo de militantes de esa colectividad que decidió sumarse al Rechazo de la propuesta de nueva Constitución emanada de la Convención Constitucional, pese a que la posición oficial de la DC fue para el Apruebo.

En las negociaciones con Chile Vamos se la nombra como la carta a la presidencia, lo que se sumaría a una vicepresidencia para el PDG, todo a cambio de ejecutar un drástico cambio en la composición y en las jefaturas de comisiones legislativas.

El diputado Andrés Longton (RN) manifestó que "Joanna Pérez tiene todas las condiciones para poder ser presidenta de la Cámara. Necesitamos moderación, necesitamos encontrarnos, necesitamos dejar de lado la polarización y creo que ella cumpliría un muy buen rol en ese sentido".

Sin embargo, se espera que las negociaciones de Demócratas y el PDG se mantengan también con el oficialismo, que podría encontrar una fórmula para no romper el pacto a cambio de una mesa encabezada por alguno de sus representantes.