Priorizando la experiencia materna durante el parto
María José Montecinos , Directora de la Carrera de Obstetricia de la U. San Sebastián
Como cada año, durante la quincena de mayo, se conmemora la Semana Mundial del Parto Respetado, un período dedicado a reflexionar sobre la atención al parto y destacar la importancia de adoptar un enfoque flexible y respaldado por evidencia científica en este proceso crucial en la vida de las personas.
Este año, el foco está en empoderar a las gestantes y ubicarlas en el centro de su experiencia de parto, reconociendo su autonomía, creando un entorno donde se sientan capacitadas para tomar decisiones informadas y liderar su propio proceso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el concepto de una experiencia de parto positiva, definida como aquella que cumple o supera las creencias y expectativas personales y socioculturales previas de cada mujer.
Esto implica asegurar un entorno clínico y psicológico seguro para el nacimiento, donde se brinde apoyo técnico y emocional constante a lo largo del proceso de parto, proporcionado por un equipo profesional cálido, amable y competente.
Es fundamental que este equipo también respete el proceso fisiológico único de cada mujer, atendiendo a sus necesidades específicas y reconociendo su individualidad.
En cuanto al acompañamiento durante el parto, la evidencia respalda que este reduce la necesidad de analgesia y mejora los resultados tanto para la madre como para su hijo o hija. Asimismo, se ha demostrado que favorecer el contacto piel con piel inmediato, tanto en partos eutócicos como cesáreas, promueve el establecimiento y duración de la lactancia materna.
Sin embargo, es esencial que estas reflexiones se traduzcan en acciones concretas para garantizar una atención que respete la fisiología, asegure la calidad y seguridad del proceso, y promueva el bienestar integral de la mujer y su familia.
En este contexto, la carrera de Obstetricia de la Universidad San Sebastián ha mantenido un compromiso firme con la humanización de la atención desde su fundación. Su enfoque integral, humanizado y basado en evidencia científica durante el acompañamiento de la gestación, nacimiento y puerperio refleja este compromiso.
Esta formación, tanto en pregrado como en educación continua, asegura la capacitación de profesionales matronas y matrones comprometidos con el parto respetado y los derechos humanos fundamentales de las personas, atendiendo así una necesidad imperante en nuestro país.