Fortalecer la familia
La familia es el primer lugar en que un niño aprende a relacionarse con los demás, a desarrollar habilidades sociales y emocionales y a construir su identidad. Es al interior de la familia donde los niños se sienten protegidos, acogidos y apoyados, lo que les permite crecer de manera sana, equilibrada y libre de violencia.
La Convención sobre los Derechos del Niño establece que los Estados deben garantizar que los niños tengan el derecho a vivir en familia, a ser cuidados y protegidos por sus padres o tutores, y a recibir amor y afecto. Asimismo, la Convención Americana sobre Derechos Humanos reconoce el derecho a la protección de la familia como un derecho fundamental.
Sin embargo, en ocasiones los padres o cuidadores no pueden cumplir con su rol de protección y cuidado de los niños, ya sea por situaciones de violencia, abandono o negligencia. En estos casos, es responsabilidad del Estado intervenir para garantizar que los niños puedan vivir en un ambiente seguro y protector.
El Estado tiene la obligación de restablecer el derecho de los niños a "vivir en familia".
Asimismo, nuestra legislación recoge esta urgencia en la Ley de Protección Integral y la del Nuevo Servicio de protección, instando en la desinternación inmediata de niños de 0 a 3 años. Para ello es relevante avanzar en fortalecer los modelos de acogimiento familiar transitorio con distintos niveles de especialización de acuerdo con requerimientos y perfiles de niños en cuidados alternativos. Así también, se hace necesario fortalecer los modelos para la reunificación familiar, lo que implica la implementación de políticas y programas que promuevan el fortalecimiento de las familias de origen o extensas, la prevención de la violencia infantil y el apoyo a los padres en el ejercicio de sus responsabilidades en un circuito oportunamente sincronizado con la protección administrativa que brinde la operación de las oficinas locales de la Niñez, desde allí es importante que se garantice el acceso a servicios de salud, educación y protección social para todos los niños, independientemente de su situación familiar.
Esperamos que la Política Nacional de Cuidados comprenda esta necesidad y refuerce en particular el apoyo al fortalecimiento del acogimiento familiar.
Por Marcelo Sánchez Fundación San Carlos de Maipo
Hospital para Valdivia
Tantos y tantos años la comunidad valdiviana pide un Hospital más moderno. Es una necesidad angustiante. Es doloroso ver todos los días las aglomeraciones de usuarios que deambulan apretujados mientras esperan atención. Nadie merecen un trato tan indignante.
No es posible que Valdivia aun no se haya preocupado por construir un recinto Hospitalario que sea un orgullo para nuestra ciudad. ¿Y cuáles son las razones, dónde están las respuestas? No sabemos. Pero vemos que en casi todas las regiones del sur se han modernizado con edificios para la salud que han solucionado los graves problemas que la salud pública enfrenta. Mientras, aquí cada día estamos peor, con el servicio de Urgencia colapsado, con gente que ha fallecido esperando; con baños insalubres, con sus paredes manchadas por los musgos y los olvidos de los años.
¿Dónde está la gestión de las autoridades; parlamentarios que solo aparecen cuando estamos en períodos eleccionarios y después qué ?
Nuestra ciudad se merece un Servicio Hospitalario nuevo con dependencias dignas, con atenciones que solucionen los reales problemas de la gente. Ha pasado tanto tiempo y el viejo edificio del hospital Base de Bueras de Valdivia se levanta entre muros helados cubiertos de olvido y abandono. Es hora que de una vez por todas se piense en el bien común; sobre todo cuando nuestra población crece y seguimos con los restos del hospital que tiene hasta resabios del antiguo Centro Hospitalario John Kennedy. Las excusas ya no sirven; las promesas, tampoco.
Arturo Goddard Bravo Profesor Normalista normalista1949@hotmail.com
Maltrato a los más indefensos
Cada vez vemos que el maltrato en contra de los adultos mayores, los niños y los animales, va en aumento.
Como sociedad hagamos un esfuerzo, en ser más conscientes y empáticos.
¡Ellos son los más indefensos!
Gustavo Roa Peña gustavoroa09@hotmail.com