Una ciudad posible
Una ciudad donde pueda llegarse al Centro sin dificultades. En particular para nuestros mayores que se desplazan en vehículos. Una ciudad donde no se privilegien excesivamente las ciclo vías que pocos usan y durante poco tiempo. No es necesario decir que acá llueve.
Una ciudad sin grafitis, que ensucian nuestros muros y que nadie entiende. Una ciudad donde los verdaderos muralistas puedan expresarse y ser reconocidos. Medellín (Colombia) es un buen ejemplo de cómo hacerlo.
Una ciudad donde se respete nuestro patrimonio arquitectónico y no se hable sólo de respetarlo. Una ciudad donde no sea posible que algunos obtengan utilidades so pretexto de velar por el patrimonio o la preservación del medio ambiente. Una ciudad donde la autoridad municipal vele porque no se pueda construir cualquier cosa en cualquier parte. ¿Se han fijado, por ejemplo, en el perímetro de la Plaza de la República y la ausencia de armonía de las edificaciones que allí se construyeron?
Una ciudad sin edificios que parecen adefesios. Van a cada rato a Bariloche y a San Martín y no sacan nada en limpio. En Puerto Varas hay también ideas que podríamos copiar.
Una ciudad donde la Municipalidad y el Estado fomenten y faciliten la inversión y la generación de empleo y no lo entorpezcan, como en diversas ocasiones ha ocurrido. Una ciudad donde el Plano Regulador obedezca a una imagen o visión mayoritaria y no al supuesto conocimiento de ciertos "expertos".
Una ciudad donde la educación pública sea gratuita y de calidad. ¿Por qué no?. El que los muchachos del FA hayan fracasado no implica que esos objetivos no sean posibles. ¿Por qué no aspirar en el mediano plazo a que nuestros Liceos puedan ofrecer lo mismo que los establecimiento pagados?. ¿Por qué no convertir a la Educación en nuestra gran prioridad?.
Yo creo que todo esto es posible.
Jorge Vives Dibarrart Abogado jevivesd@gmail.com
Un único amigo
Ser amigo es cuando existe una relación especial entre dos personas: recíproca y asidua.
Así fue la mía con Iván Monsalve (Q.E.P.D.) ser humano como todos con historia.
Abrazó en su adolescencia un ideal que condenó y determinó su vida a ser de paso breve.
Prematuramente perdió su yo y dignidad humana, primero por traición de quienes representaba y defendía y, luego, por encarcelamiento y torturas.
Repaso en indigencia las mismas calles que lo vieron un día pasar con glamour de juventud; las que se abrían para recibirlo, alimentarlo y cobijarlo en su soledad de N.N.
Único amigo de vida con quien compartí vivencias diversas y que, convertido en lógica, me visita esporádicamente diciéndome con su canto " …el cuchillo fueee, el cuchillo fueeee…"
Boris Segovia Bruzzone segoviabruzzone@gmail.com
Día del Padre y regalo perfecto
Hoy es el Día del Padre, una fecha que nos invita a rendir homenaje a esa figura que, para muchos, ha sido fundamental en nuestra vida. Sin embargo, en esta celebración, (como en otras del año) podemos también reflexionar sobre cómo el consumismo transforma el valor de una fiesta familiar en una oportunidad comercial.
Es que, para muchas personas, el Día del Padre debería ser un momento para acercarnos y reencontrarnos con las cosas importantes que nos vinculan. Por cierto, en medio del poco tiempo que nos queda entre nuestras rutinas diarias, aparece la oportunidad perfecta para pasar tiempo de calidad con nuestros padres, escuchar sus historias y compartir experiencias.
Es por ello que la discusión no debería estar en rechazar los regalos, sino en equilibrar la balanza.
¡Y ojo! Que no se trata de apuntar a las marcas y empresas como responsables del valor ficticio de esta fecha, ya que también pueden jugar un papel positivo. Quizás promoviendo campañas que fomenten valores familiares y momentos compartidos, sin que esto implique necesariamente un gasto monetario excesivo, pueden entregar un valor que sea reconocido con la natural y buscada preferencia.
Así entonces, este Día del Padre puede ser la oportunidad perfecta para recordar que, más allá de un regalo material, lo que realmente importa al final del día, es el amor y el tiempo de calidad que dedicamos a quienes nos han dado tanto.
Yusef Hadi Manríquez Universidad Andrés Bello