La reciente publicación de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) muestra una tasa de desocupación del 8,7% en Chile durante el trimestre mayo-julio de 2024. Aunque este dato refleja un leve descenso a nivel nacional, un análisis más profundo revela problemas estructurales que el gobierno no ha abordado con la urgencia y seriedad que la situación requiere. Uno de los aspectos más preocupantes es la falta de una política pública efectiva que promueva la formalidad en el empleo, especialmente en regiones como Los Ríos.

En Los Ríos, la tasa de desocupación alcanzó el 8,1%, un aumento de 0,7 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Esta cifra es alarmante, especialmente cuando se observa que la informalidad laboral en la región se mantiene alta, afectando al 32,7 por ciento de los trabajadores. La informalidad no solo precariza el empleo, sino que también limita el acceso a derechos laborales básicos, perpetuando la desigualdad en el mercado laboral.

Mientras tanto, el gobierno sigue inflando la burocracia con un crecimiento récord del 15,5% en el número de empleados públicos, en lugar de fomentar políticas que impulsen la creación de empleos formales en el sector privado.

Por otro lado, la drástica caída de casi un 60% en los permisos de edificación entre 2022 y 2023 en la capital regional es un reflejo del mal momento económico que vive la región.

Es urgente que el gobierno reoriente su enfoque y desarrolle una política pública que priorice la formalidad laboral y la creación de empleos de calidad en el sector privado.

La solución no pasa por aumentar el número de empleados públicos, sino por fortalecer la economía privada, incentivando la inversión y eliminando trabas burocráticas que impiden el crecimiento de la construcción y otros sectores clave.

Se requiere un compromiso real con la creación de empleos formales, la reducción de la informalidad y una gestión pública que, en lugar de obstaculizar, facilite el desarrollo económico.

Con un total de 1.064 atenciones se realizó en la localidad de Huellelhue el operativo cívico militar que fue coordinado por la Municipalidad de Valdivia y el Regimiento de Artillería N 2 "Maturana". Llevaron atención médica y servicios.

Altas ganancias por "locos"

Cerca de medio millón de dólares se comercializó en la provincia de Valdivia durante el primer periodo de extracción legal del recurso loco (concholepas-concholepas), según informaciones entregadas por el Servicio Nacional de Pesca.Este recurso seguirá en veda.

Incendio en centro médico

Pérdidas que se estiman en más de cien millones de pesos dejó el incendio que alrededor de las 3 AM de ayer destruyó el Centro Médico Estudiantil de la Universidad Austral, ubicado a unos diez metros del Aula Magna en la avenida Irene de Haverbeck, en el campus Isla Teja.

En el último tiempo, se han extendido los estudios y las investigaciones sobre lo nocivo que puede ser el uso prolongado de videojuegos y sistemas electrónicos en los niños.

Un niño en desarrollo requiere experiencias y exploración de su entorno para poder gestionar, proveer y potenciar su cognición y desarrollo global. En este sentido, jugar es un aprendizaje fundamental.

De acuerdo a la académica de Fonoaudiología de la Universidad Andrés Bello, Claudia, Figueroa, en el desarrollo cognitivo-inteligente el funcionamiento ejecutivo es un sistema de habilidades y funciones que orientan la conducta, la monitorizan y la regulan. Es aquí donde hay más efectos perjudiciales en el desarrollo de niños que abusan de los dispositivos, pues al tener un mundo virtual controlado de respuestas instantáneas e inmediatas (muy fuera de lo que es el mundo real), el cerebro suele mostrar patrones más impulsivos, desregulados, poco planificados y con baja organización de manera más establecida por lo que al enfrentarse a una realidad como la común que es cambiante, dinámica y desafiante desajusta las respuestas que se suelen dar y comprometen, generalmente, la conducta y su regulación.

Ello se hace evidente con patrones conductuales restrictivos, desregulados y desafiantes en los menores que son trasladados a su día a día, en rutinas cotidianas. A esto es lo que las investigaciones apuntan cuando se señala que los menores con rutinas extendidas con dispositivos, son más agresivos o desregulados, pues el sistema nervioso comienza a generar patrones de activación que no son los que se replican en la vida común y ello genera gran frustración o bloqueo. No hay recetas, pero que es fundamental tomar conciencia de los procesos de desarrollo y estimulación en nuestros niños y adolescentes.