Campeones mundiales se plantean nuevos desafíos tras su regreso a casa
VALDIVIANOS. Manuel Fernández y Felipe Guerra retomarán estudios en la UACh. Además, ambos continuarán compitiendo juntos, aunque deberán subir de categoría peso ligero a absoluta.
Tras un breve y merecido descanso después de ganar la medalla de oro en el dos sin peso ligero masculino del Campeonato Mundial de Remo Sub-23 en Canadá, los valdivianos Manuel Fernández y Felipe Guerra, ambos del Club Arturo Prat, regresaron hace unos días a la ciudad, donde además de repasar el histórico logro obtenido, también se plantearon nuevos desafíos, entre ellos subir de categoría y de peso pensando en el próximo proceso olímpico, que ya no contará con más pruebas de peso ligero.
Aún con la sensación a flor de piel, los amigos y también compañeros de embarcación, manifestaron su alegría y aún asombro por el triunfo, el que destacaron fue gracias al afiatamiento deportivo entre ambos y al trabajo por poco más de medio año realizado junto al cuerpo técnico de la selección nacional de remo, lo que les obligó a congelar sus carreras universitarias en la UACh: Odontología en el caso de Fernández y Biología Marina en el caso de Guerra.
En relación al triunfo en el Mundial Sub-23 el pasado 22 de agosto, Manuel manifestó que "a pesar de que no es mi primera vez en este tipo de competencias, al finalizar la prueba y saber que habíamos ganado, me emocioné mucho y exploté ahí en el agua. Fue mucho tiempo de preparación, pasaron muchas cosas en el camino y todo lo viví junto a mi amigo (Guerra), lo que hizo todo mucho más especial".
A su vez, Felipe sostuvo que "estaba súper nervioso, pero gracias a Manuel me pude controlar minutos antes de la final y también escuchaba sus palabras durante la carrera, lo que me animaba a mantener el ritmo y no decaer. Ya al cruzar la meta fue un alivio, y siento que aún no asimilo bien lo que pasó, sé que es importante, pero como que todavía estoy procesando todo. De todos modos estoy muy feliz por el resultado y también por dejar a Chile nuevamente en lo más alto".
Respecto a la final y la disputa con la equipo de Estados Unidos, Fernández aseguró que "fue difícil, en un inicio comenzamos con ventaja, pero luego en los 500 metros nos alcanzaron, luego en los mil nos sacaron medio cuerpo y en los mil 500 ya nos tenían unos cuatro metros de ventaja. Fue entonces que comenzamos apurar, dejamos todo en los últimos metros, sabiendo que eran nuestros últimos segundos en el torneo y teníamos que irnos con la sensación de no guardarnos nada y así se dio finalmente la victoria".
A su vez, Guerra mencionó que "una carrera así la veníamos ensayando y trabajando desde el inicio. El tema de mantener un ritmo y acelerar en los últimos metros no es algo que fuera al azar, sino que hubo un trabajo previo y respaldado por el cuerpo técnico".
Inicios
En relación a como inició el bote, Fernández informó que "con Felipe nos conocemos y estamos juntos desde que teníamos 15 años (hoy ambos con 22), y tuvimos la mala suerte de que en procesos anteriores, como los Sudamericanos 2022 y 2023 no se nos dieron los resultados que esperábamos, había algo en que no funcionábamos y a pesar de que obteníamos podios, sabíamos que podíamos llegar más arriba lo que nos tenía un poco frustrados. Resulta que este año preparándonos para un nuevo Sudamericano (Brasil), Roberto (Liewald) que era mi compañero para el torneo, se tuvo que ir un tiempo para el Preolímpico así que estaba sin compañero. Fue así como Felipe me acompañó en esas prácticas y volamos, fuimos el bote con mayor gasto calórico de la delegación y eso le llamó la atención al Head Coach, quien luego del Sudamericano nos dijo que nos fuéramos a vivir a Curauma para preparar el Mundial, y así empezó todo".
En ese contexto, Guerra agregó que "se puede decir que fue casualidad, pero con Manuel nos conocemos hace mucho tiempo, y también hemos compartido distintas embarcaciones, entonces era solo cosa de acomodar algunas cosas que los técnicos nos fueron ayudando y luego de tanto tiempo, por fin logramos el objetivo, que en gran medida fue gracias a él, por la experiencia y apoyo que me brindó en todo momento".
Nuevos desafíos
Ahora en su llegada a Valdivia, los campeones mundiales se tomarán un respiro de las competencias, retomando lo competitivo, lo más probable, para los eventos regionales y nacionales por equipos y de asociación en los próximos meses.
De todos modos, ambos coincidieron que la prioridad en estos momentos es retomar los estudios, los que tuvieron que dejar en segundo plano durante el año debido a las diversas competencias y preparación para el Mundial Sub-23.
Así lo confirmó Manuel Fernández, quien expresó que "durante el primer semestre ambos tuvimos que congelar nuestras carreras debido a la preparación. Fue una decisión difícil, pero teníamos que hacerlo para trabajar más tranquilos y por suerte todo se dio positivamente. Ahora ya con el segundo semestre iniciado, las carreras nos siguen ayudando, y ahora tenemos que responder de aquí a lo que queda de año, cumpliendo con trabajos y con las pruebas, ya que la idea es complementar el deporte con los estudios".
Asimismo, Felipe Guerra enfatizó que además de los estudios, otro de los principales desafíos es subir de categoría, lo que involucra aumentar de masa muscular y peso.
"Ahora al saber que la categoría de peso ligero no va más en el período olímpico, y considerando que ambos queremos continuar en el bote por los buenos resultados, además de lograr clasificar a unos Juegos Olímpicos, asumimos este nuevo desafío, que sabemos será difícil y no de un día para otro, pero con la certeza de que hay muchos casos de remeros y remeras que pasaron de peso ligero a absoluto, y que terminaron siendo campeones mundiales e incluso medallistas olímpicos. Iremos con calma, nos dimos un plazo de dos años y creo que lo podemos lograr", dijo.
22 de agosto los valdivianos Manuel Fernández y Felipe Guerra, ganaron la final del dos sin peso ligero, en el Mundial Sub-23 en Canadá.
22 años de edad tienen los campeones. Fernández es estudiante de Odontología, y Guerra de Biología Marina, ambos en la Universidad Austral.