TICs y personas mayores
Desde la Enfermería, la salud de las personas comprende no solo el bienestar físico, sino también emocional. Una necesidad básica es comunicarse y la tecnología sin duda es una ayuda para las personas mayores quienes ven en un celular, tablet o computador, un aliado al momento de hacer las compras de medicamentos, solicitar horas a consultas y controles de salud, entre otros trámites que se hacen inevitables. El hecho de poder comunicarse con sus seres queridos, verlos a través de una videollamada, permitir el ocio y entretenimiento hacen que la tecnología se convierta en una herramienta de gran utilidad.
El estudio del Observatorio del Envejecimiento para un Chile con Futuro, evidenció un aumento en el uso de Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) por parte de las personas mayores como efecto de la pandemia. Siendo el más utilizado el smartphone con (42,5%), seguido de los computadores o tablets, con 38,8%.
Información que se corrobora con la última encuesta CASEN, del total de usuarios de internet en el país, los mayores de 60 años representan el 44%. Datos que vienen a confirmar la importancia que dan a la tecnología las personas mayores. Si bien existe mayor conectividad es necesario mejorar el acceso a tecnologías junto capacitar y educar sobre este tipo de herramientas.
Es por esto que la invitación es ser amigable y responsable con el uso la tecnología, preocuparse de aprender y comprender que es una herramienta útil que sirve para sociabilizar, estar informado y hacer trámites, entre otros tipos de actividades.
Henriette Darmendrail Jefe carrera Enfermería UST
Los objetos perdidos
¿A quién no se le ha perdido algo en su ámbito familiar alguna vez? Creo que el premio se lo llevan las llaves. Justo el día de una importante reunión, las benditas llaves desaparecen.
Cada quien tiene su estrategia. Algunos vuelven sobre sus pasos, reconstituyendo el camino recién andado. Otros, recurren a San Antonio de Padua. Wikipedia me informa de una larga y compleja oración para invocar al santo al respecto. Creo que la mayoría hace una manda o castiga al santo poniendo su imagen cabeza abajo y manteniéndolo así hasta que el perdido objeto aparece. Otros dedican gruesos epítetos a su entorno y sí mismos, maldiciendo su suerte: "No haberme muerto cuando guagua".
Los artistas reaccionan a su manera. Beethoven escribió una deliciosa pieza humorística para piano, riéndose de sí mismo. La bagatela: "La ira por el centavo perdido" . Ejemplo notable, por la poca presencia del humor en la obra del gran músico.
Finalmente, comprendemos que el objeto jamás volverá a nuestro poder y decidimos comprar uno nuevo.
Apenas este nuevo objeto entra a nuestro hogar… el objeto perdido ¡Oh, milagro! Reaparece. Y en el mismo lugar donde siempre estuvo. Misterios del espacio-tiempo, señor Einstein.
Roberto Matamalaelorz matamalaelorz@gmail.com
Septiembre gris
El 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, una jornada que nos invita a reflexionar y nos hace un llamado urgente a tomar conciencia sobre esta problemática que, aunque a menudo sigue siendo un tabú, afecta a millones de personas en todo el mundo.
En esta fecha, recordamos la importancia de apoyar a quienes enfrentan un dolor interno cada día, brindándonos la oportunidad de construir una sociedad más empática, solidaria y comprometida con el bienestar de todos.
Hablar de suicidio es incómodo, pero necesario. El silencio y el estigma en torno a la salud mental son factores que agravan el problema. Muchos creen erróneamente que hablar sobre el suicidio podría "plantar ideas" en la mente de alguien vulnerable, cuando en realidad, lo que se necesita es lo contrario: abrir espacios seguros donde se pueda expresar el dolor, la desesperanza y la angustia sin temor al juicio.
Como psicólogo he visto que las personas que piensan en el suicidio suelen sentirse atrapadas, como si no existiera una salida para sus problemas. Sin embargo, la conexión con otros puede ser una de las herramientas más poderosas en la prevención. Así, algo tan simple como preguntar a alguien cómo se siente, escuchar sin interrumpir, no dar consejos innecesarios y, sobre todo, no juzgar, puede marcar una gran diferencia. Básicamente, la empatía y el acompañamiento pueden salvar vidas.
Es crucial entender que la prevención del suicidio no es solo responsabilidad de los profesionales de la salud mental; es un deber colectivo (...)
Jorge Fuentes Psicólogo y Director de Pranavida