Un llamado a la reflexión nacional
Los recientes Te Deum evangélicos invitan a pensar críticamente la realidad actual del país
Una profunda reflexión sobre la realidad actual fue la que planteó el pueblo evangélico a Chile durante el reciente fin de semana. En los diferentes cultos de acción de gracias por la patria realizados a lo largo del país, llamaron a recuperar la seguridad, a restablecer orden, a enfrentar la corrupción y a reforzar la formación valórica de las nuevas generaciones.
En Valdivia la ceremonia se efectuó en la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile ubicada en Las Ánimas, convocada por el Consejo de Pastores y el llamado central estuvo en restaurar el respeto por la autoridad, entendiendo eso en el contexto bíblico del "temor de Dios" y de mantener una vida de rectitud, siguiendo los códigos que orientan la conducta en sociedad, tanto los religiosos, como los legales.
La prédica del pastor Israel Huito (ex concejal de Valdivia, también) revisó distintos aspectos de la vida actual, desde la educación de los hijos, el aborto, la tasa de natalidad reducida, hasta los casos recientes de escándalos políticos, pasando por los temores sociales, la delincuencia y la pérdida de confianza en las autoridades. En ese contexto instó a quienes tienen puestos de prominencia a "mirar hacia Dios" y comprender que "los cargos son transitorios", pero que se está en ellos "para hacer el bien".
Un punto que llamó la atención tanto en esas palabras, como en la de los otros pastores que guiaron las oraciones -Rita Soto, presidenta del Consejo; Leonardo Fuentes, anfitrión; Johnny Valdés, Jacobo Flores y Sigisfredo Agüero, obispo- fue el agradecimiento por la libertad de culto y de manifestación de la fe, pero también la sensación de ver incomodidad en algunos cuando entregan su mensaje cristiano.
Detenerse en este aspecto es importante, porque -si efectivamente existe un grado creciente de hostilidad a la manifestación de sus creencias- se trataría de una alerta a la intolerancia y a las amenazas a la libre expresión de ideas, algo que no sólo tiene que ver con una determinada fe; sino con las bases de la democracia, que se lastiman cuando se imponen verdades absolutas de toda naturaleza.
En Fiestas Patrias y más allá de las ideas que profese cada quien, es necesario pensar al respecto y recordar principios como la libertad y la probidad, sobre los cuales debiera cimentarse la convivencia nacional y local.