Números que se debe considerar
Los resultados en Valdivia y la Gobernación Regional son inapelables. Pero es bueno mirar las cifras en detalle y ver el contexto.
Alegría existe en el oficialismo de la región de Los Ríos por varios de los resultados de las recientes votaciones. En particular destacan la reelección del actual gobernador regional Luis Cuvertino en primera vuelta y la reelección de la alcaldesa de Valdivia Carla Amtmann.
Sin duda se trata de triunfos indiscutibles, ambos. El primero implica que no habrá nuevas elecciones en noviembre a nivel local, como sí ocurrirá en otras diez regiones del país, incluidas las vecinas de Los Lagos y La Araucanía. El segundo es importante no solamente a nivel local, por la continuidad del proyecto en la capital regional, sino que se trata del logro de una de las principales cartas del Frente Amplio a nivel nacional, tal como Macarena Ripamonti, en Viña del Mar y Tomás Vodanovic, en Maipú.
Pero, además de lo anterior; los dos casos requieren de una mirada más en profundidad al contexto en el cual se dieron, pues no se trata de triunfos aplastantes que permitan leer al electorado como completamente alineado con el gobierno. Al contrario.
A nivel regional, Cuvertino sumó 106.022 votos (40,86%) y compitió contra tres abanderados de la derecha: el ex alcalde Omar Sabat (ChileVamos) que concentró un 32,77% de las preferencias; la consejera regional Carolina Zúñiga (Republicanos) que logró 19.04% y la representante del Partido Social Cristiano Tamar Muñoz, quien obtuvo 7,33%. En conjunto sumaron 153.485 votos a favor.
En el caso de Valdivia, Amtmann recibió 40.360 preferencias (37,98%) y se enfrentó a cuatro contendores de la centro derecha: Leandro Kunstmann (Republicanos) recibió el 35,67%; Eduardo Berger (Chile Vamos) el 13,59%; Jorge Vives (Amarillos) el 8,21% y José Bustos (Partido Social Cristiano) el 4,55%. En total recogieron 65.920 sufragios
Es decir hay una inclinación electoral global por las propuestas opositoras, que no se tradujo en resultados porque así funciona el sistema democrático y no cabe discusión al respecto; pero los números están ahí.
Por otra parte, tampoco se puede obviar la alta cantidad de votos nulos y blancos. Para la gobernación fueron 46.394 y para la alcaldía, 10.330.
Se trata de datos que resultaría equivocado minimizar, a la hora de hacer gestión.