"Es agradable leer pelambres de escritores"
"Curiosidades de la literatura" es un clásico escrito por Isaac Disraeli, quien hurga en la vida de los autores y sus pasiones. En Chile fue traducido por la Universidad Austral, en Valdivia.
El cuchicheo es una mala aunque placentera costumbre, más si se trata de vidas que han trascendido en el tiempo, como Platón ("La República"), William Shakespeare ("Romeo y Julieta") o Erasmo de Rotterdam ("Elogio de la locura"), quienes a través de sus letras acompañan a la humanidad. Sin embargo, a fines del siglo XVIII "el gusto por la historia literaria era entonces de fecha reciente en Inglaterra", destacaba el expremier británico Benjamin Disraeli en el prólogo de "Curiosidades de la literatura", libro con que su papá, Isaac Disraeli, vive hasta hoy en la sociedad británica y que en Chile fue publicado por Ediciones UACh, de la Universidad Austral.
Disraeli señala que, por ejemplo, hay autores que "llevan odas y elegías en el bolsillo para infligir dolores de tortura a sus amigos. El afecto que un poeta siente por sus versos ha sido frecuentemente extravagante. (Pierre) Bayle ('Diccionario histórico y crítico'), ridiculizando esa ternura paternal, (...) nos dice que muchos de quienes habían escrito epitafios sobre amigos para cuando murieran, eran incapaces de guardar esas composiciones en sus armarios y se tomaban la libertad de mostrárselos en vida a aquellos mismos cuya muerte celebraban".
El poeta, traductor y director editorial de la UACh, Yanko González ("Torpedos"), explica que "Curiosidades…" tiene "anécdotas, copuchas, porque así es el género de las misceláneas y, además, Disraeli tuvo acceso a textos grecolatinos recuperados del Renacimiento que después se perdieron. Él los vio porque fue de los primeros usuarios, entonces es un tipo que tiene un conocimiento muy potente y también su historia es muy linda, como cuando (el hijo cuenta que) dijo que quería ser poeta y sus papás lo mandaron lejos para que se le 'quitara la enfermedad'".
El libro original consta de cuatro volúmenes publicados entre 1791 y 1823, aunque la edición chilena está tomada del primer tomo, así que "esto puede que siga", ríe González, junto con agregar que el autor "describe distintos aspectos de los clásicos, la cultura escrita, también como un pedagogo, a través de su propia opinión, ácida, mordaz y humorística, con la que va entrando en las masas lectoras inglesas con un lenguaje más llano, por eso fue tan popular".
-¿Cómo llegaron a este libro?
-Yo estaba en Inglaterra y fue muy curioso, porque este era el autor más leído, más popular, una suerte de (Enrique) Lafourcade con "Palomita Blanca", porque él hacía, lo que se llama en la tradición francesa, misceláneas. Entonces, los procesos de alfabetización que en Inglaterra fueron más rápidos por el protestantismo, al igual que en Alemania, a fines del siglo XVIII, principios del XIX, donde Disraeli escribió mientras la gente se estaba alfabetizando y quería captar cultura rápidamente, donde las misceláneas son ideales a través de publicaciones en revistas o libros pequeños, como un almanaque, el Reader's Digest, en que rápidamente se toma contacto con grandes autores y explican por qué hay que leerlos, qué interpretaciones se pueden hacer y anécdotas, lo que las hace muy divertidas. Pero (el escritor) quedó opacado porque su hijo, Benjamin, fue uno de los primeros ministros más importantes (lideró la Cámara de los Comunes y a los tories durante décadas, junto con ejercer otros ministerios, además de ser rector de la Universidad de Glasgow).
Al investigar a Isaac Disraeli, continúa González, "descubrí que no había una traducción de su obra más importante, 'Curiosidades de la literatura', que con los años fue acompañada por una presentación de su hijo, el político, quien da cuenta de su carácter, actividades cotidianas y que fue uno de los primeros usuarios de la British Library (Biblioteca Británica. Fundada en 1753, es uno de los acopios más grandes del mundo), donde, por ejemplo, Karl Marx trabajó en 'El capital'. (...) Disraeli, además, hizo monografías dedicadas a autores", algunas publicadas en Chile como "Un lector inglés", de Ediciones UDP (U. Diego Portales), con perfiles de William Shakespeare, Tomas Moro y Francis Bacon, entre otros.
-A ratos se lee muy contemporáneo.
-Sí, si le sacas a los autores de su época (que no trascendieron…) Cuando leí a Disraeli vi su frescura que tenía y pensé en que son los mismos problemas que estoy pensando, los temas que me animan a escribir, las cosas que estaba problematizando en "Torpedos"... Eso es interpelar. Estoy consciente de que no todo lector es un escritor, pero también causa mucho agrado encontrarse con estas vidas, pelambres y descubrir cosas, autores. Es un gran mediador.
-En el texto "La bibliomanía", sobre la gente que acumula libros sin leerlos, parece que estuviera hablando de TikTok.
-Tal cual. Esta crisis que tenemos por la sustitución de la crítica, la mediación profesional (de la literatura), los medios de comunicación por el booktuber, booktoker, que no hacen periodismo cultural sino que propaganda, son comerciales.
En la traducción de los textos participaron, junto con González, "Andrés Anwandter ('Huelga decir') que está en Inglaterra, mi vecina Verónica Zondek ('Nomeolvides: Flores para nombrar la ignominia'), Ricardo Mendoza, que es traductor; Sergio Mansilla ('La enseñanza de la literatura como práctica de liberación'), quien vivió en Estados Unidos y es especialista en literatura; el antropólogo y traductor Pedro Araya (coautor, junto a González, de 'El agua verde del idiota: La errata: cultura e historia')", además de Jessica Rainey. "A cada uno le mandé diez textos del primer tomo de 'Curiosidades…', para que eligieran los que les apasionaran más", agrega el también autor de "Metales pesados".
-Es un inglés del siglo XVIII, traerlo al español debió ser complicado a ratos.
-Me odiaron. Me odiaron porque eran textos breves, tenían que quedarse con cinco, pero a algunos eso les tomó meses debido a que iban descubriendo expresiones en su contexto social, hay algunas que sólo se usaron en esa época.
"Curiosidades de la literatura" se enmarca en la Colección Biblioteca Luis Oyarzún, dedicada a la reflexión sobre el libro, la literatura y la vida de los escritores, mediante publicaciones breves, en homenaje a Oyarzún ("Diario íntimo"), filósofo y fallecido académico de la UACh, destacado por su preocupación por la naturaleza. "Pronto", adelanta el director editorial, se "inaugurará la primera librería de la universidad, Trilce, en Valdivia y en alianza con el FCE, lo que convertirá a este espacio en el local más austral" del sello mexicano.
Isaac Disraeli publicó "Curiosidades de la literatura" en cuatro tomos, entre 1791 y 1823.
"Curiosidades de la literatura"
Isaac Disraeli
Ediciones UACh
250 páginas
$13 mil