Desde Los Ríos hemos estado profundamente involucrados en el proceso de discusión del Presupuesto Nacional 2025, particularmente en lo que respecta a las partidas fundamentales para los Gobiernos Regionales. Este proceso no es sencillo, ya que pasa por diferentes etapas de discusión tanto en la Cámara como en el Senado.
Durante este tiempo, hemos estado trabajando activamente, tanto en comisiones mixtas como en reuniones con parlamentarios de diversas bancadas, para asegurar que los intereses regionales sean respetados y atendidos porque es nuestro sentir. Ha sido un trabajo de constante diálogo, pero es positivo ver que, aunque aún estamos en proceso, hemos logrado avances importantes.
Como región, necesitamos un presupuesto que nos permita ejecutar proyectos que realmente mejoren la calidad de vida de nuestras comunidades, atendiendo desde la emergencia sanitaria que tenemos en Morrompulli, hasta los recursos hídricos y la infraestructura.
El trabajo conjunto con los Gobernadores y el equipo asesor de AGORECHI ha sido clave. Hemos levantado iniciativas que el Ejecutivo ha patrocinado y hemos logrado que varios parlamentarios de la región también nos respalden en la presentación de indicaciones a la nueva Ley de Presupuesto. Un ejemplo claro de ello, es la glosa especial para el vertedero Morrompulli. Los municipios enfrentan una crisis por el alto costo del depósito de residuos, y esta glosa podría ser una herramienta fundamental para aliviar esa presión.
A lo largo de estas negociaciones, hemos trabajado también por una glosa para la emergencia de las corporaciones y otras partidas que faciliten la ejecución de recursos en áreas como gestión de crisis, actividades culturales y desarrollo económico regional. A medida que avanzamos, el objetivo es garantizar que el presupuesto permita a los gobiernos regionales gestionar los recursos de manera más eficiente, ya sea en el sector público o privado.
Este año hemos vivido una evolución positiva en la relación con el Congreso y el Ejecutivo, tras los problemas que enfrentamos el año pasado. Lo que hoy podemos ver es un cambio de actitud, con una mayor comprensión por parte de muchos parlamentarios y del gobierno central.
A pesar de los avances, aún quedan cuestiones pendientes. Este proceso no está cerrado, sin embargo, la situación es mucho más optimista. Existe una conciencia creciente sobre la importancia de empoderar a los Gobiernos Regionales y darles las herramientas necesarias para gestionar políticas públicas que respondan a las necesidades reales de las personas.