Columna
Irrelevancia
Hoy, los ciudadanos de once regiones del país determinarán en segunda vuelta quién encabezará sus gobernaciones por los próximos cuatro años. El ímpetu electoral no se detendrá, ya que en un año más los ciudadanos participaremos en nuevos comicios para escoger al próximo Presidente o Presidenta de la república. El espacio público está, sin embargo, desbordado desde hace meses por detalles de casos judiciales, como los de Luis Hermosilla y Manuel Monsalve.
A pesar de la importancia que esos casos puedan tener, quienes participan del espacio público llevan meses diseccionando, con la obsesión de quien busca un grano de arena perdido en el desierto, los detalles de filtraciones de audios, peritajes policiales, grabaciones de video y trascendidos, para determinar quién tuvo acceso a qué información y en qué momento.
Dada la mediatización de estos casos, el debate político se centra en minucias y los actores comentan las decisiones que se toman y las afirmaciones que se emiten en tribunales, en La Moneda o en el partido opositor. Mientras tanto, asuntos más relevantes para el futuro del país permanecen desatendidos.
Por ejemplo, Chile continúa exhibiendo un modesto crecimiento económico. La última cifra del Índice Mensual de Actividad Económica de septiembre, de 0%, junto con un crecimiento del tercer trimestre de apenas 2,3%, menor a lo esperado, lo confirman. El bajo crecimiento golpea directamente a los hogares. La tasa de ocupación aún no se recupera a su nivel prepandemia, estimándose en 250 mil ocupados menos que en 2019.
En educación se exhiben escasos avances. Tres de cada cinco escolares de segundo básico están bajo el nivel de comprensión lectora esperado a fines de primero básico. Las cifras de deserción han mostrado una leve mejora, pero hay 47 mil escolares que, habiendo estado matriculados el 2023, este año están fuera del sistema. Así arruinamos el futuro de miles de niños y niñas del país.
Recientemente, la Subsecretaría de Redes Asistenciales informó que, al 30 de septiembre, había más de 2,6 millones de atenciones de especialidad y más de 300 mil cirugías pendientes en los hospitales públicos. El costo en vidas es enorme: más de 36 mil personas han muerto este año esperando ser atendidas.
En seguridad, las cárceles son capturadas por narcotraficantes y bandas criminales transnacionales, las que proliferan en las condiciones de hacinamiento que padece hoy el sistema penitenciario. Un proyecto de ley para acelerar la habilitación de 12 mil nuevas plazas al 2030 aún no es ingresado al Congreso. La necesaria reforma al sistema previsional sigue tan trancada como hace diez años.
Las futuras autoridades regionales podrían dar un nuevo aire al sistema político, ayudando a que los desafíos que enfrentamos sean abordados con decisión y voluntad, derribando un temor que se extiende en las élites: que el declive del país es inevitable y que la próxima generación debe reducir sus expectativas. De no ocurrir, es el futuro de Chile el que estará caracterizado por la irrelevancia.
El debate político se centra en minucias y los actores comentan las decisiones que se toman y las afirmaciones que se emiten en tribunales, en La Moneda o en el partido opositor. Mientras tanto, asuntos más relevantes para el futuro del país permanecen desatendidos.