El programa de FALP que busca colaborar con la prevención y detección precoz del cáncer
La Organización Panamericana de la Salud estima que alrededor de un tercio de los casos de cáncer podrían prevenirse evitando factores de riesgo clave y que, con detección y tratamiento oportunos, muchos son curables. Este es el principio clave de FALP Onco Control, el programa pionero del Instituto Oncológico FALP que invita a personas sanas a tener un control oncológico preventivo, apoyadas por la experiencia de los especialistas de este centro.
En él participan las distintas especialidades y subespecialidades de FALP y es coordinado por la Dirección de Prevención y Detección Precoz de esta institución. Según explica su director, el Dr. José Miguel Bernucci, se trata del "primer programa integral del país que, desde la perspectiva de diversas especialidades, aborda todos los cánceres considerando de manera completa la condición de salud de la persona". Toda la comunidad está llamada a consultar, independientemente de su sistema de previsión, con y sin antecedentes personales y/o familiares, para comenzar a revisar periódicamente su salud. Los únicos requisitos, acota el médico, son ser mayor de edad y no tener actualmente cáncer.
"El programa evalúa a la persona, indaga en sus factores de riesgo asociados al cáncer, revisa la situación actual de sus tamizajes (exámenes de detección que le corresponden por edad y sexo) y propone intervenciones dirigidas, tanto al control de esos factores de riesgo, como también a poner al día los exámenes que no tenga", explica el Dr. Bernucci.
Un ejemplo de esto último es la indicación de realizar un TAC de tórax de baja emisión a personas con alto riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, "es decir, cuyo consumo ha sido mayor a una cajetilla diaria por más de 20 años, y es mayor de 50 años", agrega el Dr. Bernucci.
Una vez dentro del programa, al paciente se le envían citaciones de manera automática y periódica para actualizar sus exámenes, evitando que estos pierdan vigencia; de esta manera se mantiene en control permanente. Si los exámenes llevan a un diagnóstico de cáncer, la persona puede tratarse en FALP o en un centro de su elección o que corresponda según su cobertura de salud.
En un país como el nuestro, donde el cáncer es la primera causa de muerte, dice el especialista, es recomendable contar con este tipo de políticas sanitarias. "Estamos viendo cada vez más jóvenes con cáncer y personas mayores que antes no llegaban a tenerlo -indica-. Además, en Chile existe una alta prevalencia de factores de riesgo asociados a esta patología -como la obesidad y el sedentarismo-, por lo tanto, uno tiende a pensar que este problema solamente puede empeorar; de ahí la importancia de estos programas de detección precoz".
Las mujeres son quienes más han consultado, desde que comenzó el pilotaje de este programa, a inicios de este año. La enfermera Antonia Sateler recalca que, sin embargo, la mayoría limita sus exámenes a los ginecológicos. "Se preocupan de la mamografía y del Papanicolaou, pero no de los que apuntan a la detección de otros tipos de cáncer, por ejemplo, el cáncer de colon, el de vesícula o el gástrico. En este sentido, este es un programa muy integral, que no separa por especialidad, sino que ve a la persona por su riesgo individual, es muy personalizado".
Lo mismo ocurre con los hombres, porque no basta con el test de antígeno prostático. "Por ello, invitamos a toda la comunidad adulta que quiera mantener sus controles de salud oncológicos al día a ingresar al programa FALP Onco Control -enfatiza el Dr. Bernucci-. Podremos actuar sobre los factores de riesgo que producen el cáncer y, principalmente, personalizar los exámenes que nos puedan llevar a una detección precoz".
Programa integral:
Cese de tabaquismo
Cuando en el programa FALP Onco Control se identifica el tabaquismo -factor de riesgo para distintos tipos de cáncer y responsable del 80% de las muertes por tumores en el pulmón-, se invita a la persona a participar en el programa de cese tabáquico, también de la Dirección de Prevención y Detección Precoz de FALP. Este es otro programa que cobra especial relevancia, ya que este es el mes de concientización en torno al cáncer de pulmón.
El programa de cese tabáquico, también pionero en el país, incluye terapia farmacológica, reemplazo nicotínico y terapia cognitiva conductual. El cáncer de pulmón lidera los índices de mortalidad en Chile y, "lamentablemente, el 80% de los diagnósticos se hace en etapas tardías. Dejar de fumar disminuye el riesgo no solo de desarrollar cáncer de pulmón, sino cualquiera de los 14 cánceres que están relacionados con el cigarro y con enfermedades cardiovasculares, que son nuestra segunda causa de muerte", aclara el Dr. José Miguel Bernucci.
El paciente que abandona el hábito tabáquico tiene otros beneficios: mejora su capacidad respiratoria y la calidad de su piel; se eliminan los olores en la ropa y el pelo, y se siente más activo. "El primer paso es tener la motivación de querer dejar de fumar; y también es importante tener el apoyo de la familia y de su círculo cercano", concluye.