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ciendo idearios partidarios. Además, introduce reglas constitucionales para la formación, disolución, transparencia y control de partidos políticos.
"en la línea correcta"
Al respecto, el diputado Bernardo Berger (IND-RN) coincidió en que se trata de un proyecto que busca reordenar el sistema político, fortaleciendo -dijo- a los conglomerados que tengan la mayor cantidad de votos.
Afirmó que "es necesaria una modificación, donde prime la democracia y la verdadera representatividad. Así también, es importante terminar con algunas candidaturas que utilizan a los partidos solo para lograr cupos, pero posteriormente se cambian de colectividad e incluso, cambian las ideas base que los acompañaron hasta lograr la elección".
Y si bien señaló que es una iniciativa que debe ser analizada y dialogada, sostuvo que "va en la línea correcta de lo que Chile necesita, más aún con el voto obligatorio, donde los chilenos y chilenas necesitan más que nunca una verdadera representatividad".
En la misma línea, el diputado de la UDI, Gastón von Mühlenbrock, señaló que "desde hace un buen tiempo venimos pidiendo cambios al sistema político, como la reducción al número de parlamentarios y un umbral de porcentaje de votos para lograr ser electo".
Según comentó, la fragmentación actual de partidos políticos no ha permitido avanzar en la tramitación de importantes proyectos de ley, ya que -explicó- "no se logra llegar a acuerdos y los partidos con poca representación logran detener la discusión a la espera de algún beneficio propio".
Desde esa perspectiva, Von Mühlenbrock planteó que hoy se necesita volver "a los grandes acuerdos" y, junto con ello, "darle gobernabilidad a nuestras instituciones frente a la ciudadanía. Por lo que cualquier iniciativa que nos permita lograr eso, merece ser discutida ojalá en el corto plazo, pero precisamente esa fragmentación que hoy existe hace difícil que se pueda avanzar en la materia".
"Diálogo más amplio"
En tanto, la diputada del Partido Socialista, Ana María Bravo, si bien -expuso- es pertinente una reforma al sistema político, "entendiendo la necesidad de contar con un Congreso Nacional que pueda tener una discusión con más contenido técnico y voluntad de acuerdo", planteó que "me hubiese gustado que proyectos como estos cuenten con un diálogo más amplio y un acuerdo realmente transversal".
Sobre esto, hizo énfasis en que "acá tenemos que entender que hay un interés superior al de los conglomerados políticos, y tiene que ver con contar con un sistema político que funcione y sea representativo. Eso es lo que ha manifestado reiteradamente la ciudadanía, con quienes yo concuerdo plenamente".
De la misma forma, el diputado Marcos Ilabaca (PS) cree que el sistema político y electoral actual merece una discusión profunda, pero -indicó- "hubiera esperado que el Ejecutivo presentara un proyecto de ley consensuado y debatido de manera transversal, y no que un grupo pequeño de senadores nos haya propuesto lo que ellos pensaban que era mejor para el país".
Por lo tanto, en su opinión, a esta propuesta "le falta madurar, los diputados no participamos dentro de este proceso, no conocemos sino los titulares de lo que los senadores han planteado y creo que así no se hacen las cosas, sobre todo, cuando existen otro tipo de prioridades mucho más profundas y urgentes que la ciudadanía nos plantea".
"No con calculadora en mano"
En tanto, el senador de la Democracia Cristiana, Iván Flores, señaló que la reforma "necesaria" al sistema político no hay que hacerla "con calculadora en mano" ni para satisfacer a algunos por sobre otros, creo que la democracia tiene que expresarse como corresponde".
Sin embargo -acotó- "hoy día, la atomización política que tenemos, más de 25 partidos políticos, y con la polarización política que ha venido existiendo en la formación de partidos políticos cada vez más hacia la izquierda o hacia la ultraderecha, no se condice con una ciudadanía que busca más hacia el centro".
"En este contexto, creo que hay que conversarlo, hay que discutirlo", indicó Flores. Y sobre lo mismo lamentó que los partidos que firmaron el acuerdo "hayan sido los mismos de siempre", haciendo énfasis en que "habría sido bueno que nos hubiesen convocado a todos y tal vez todos hubiésemos firmado esta tan necesaria reforma política".
Cuestionamientos
Este proyecto, a nivel nacional ya ha recibido críticas de algunos sectores políticos. Una de ellas- desde Demócratas- es que no incorpora el voto obligatorio. Ante ésta, el senador De Urresti dijo que la incorporación de éste y otros elementos "es parte del debate político, de la mesa de trabajo que debiera gestionarse para efectos de poder hacer esta discusión" y añadió que "el voto obligatorio es una institución que ha venido para quedarse y soy absolutamente partidario de la misma, pero no sé si en esta reforma es el elemento fundamental", haciendo mención a que podría ser incorporada en reformas a distintas leyes, como la de elecciones populares y escrutinios y de partidos políticos.
Sobre esta reforma al sistema político y electoral, el gobierno a través del ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, ha sostenido que es un insumo y que es necesario "promover un diálogo con todos los actores para generar un apoyo transversal".