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Origen
En 2005 fueron concretando los primeros hitos en torno al proyecto. Ese año, llegó al Centro de Conservación del Huemul, ubicado en la Reserva Biológica Huilo Huilo en Neltume, la primera pareja de huemules, traída desde la región de Aysén.
Al año siguiente, un ejemplar hembra fue trasladado desde Futaleufú por el Servicio Agrícola y Ganadero. Así, comenzó a gestarse esta iniciativa de conservación.
En 2015, contabilizaban 19 huemules.
Hasta 2016, habitaban en la Reserva en semi cautiverio: en cierres perimetrales en donde cuentan con la suficiente oferta trófica durante las cuatro estaciones. Ese año, se realizaron las primeras liberaciones de ejemplares a la vida silvestre. Y según destacan desde la Fundación, ellos han sobrevivido y logrado reproducirse en libertad.
Son monitoreados a través de collares.
De alta complejidad
El huemul es una especie endémica.
Según explicó el director del Departamento de Vida Silvestre de la Fundación, Eduardo Arias, es una especie "de alta complejidad" y que "ocupa una diversidad de ecosistemas".
En otoño e invierno busca lugares bajos, de ambientes riparios como las orillas del lago Pirehueico, y en primavera y verano, lugares de vegetación altoandina como las laderas del volcán Mocho Choshuenco y la Cordillera del Encanto.
Por ello, conservar esta especie implica la preservación de todo el territorio. Esto es, "proteger a la fauna de alta y de baja movilidad. En paralelo, ir desarrollando actividades de turismo sostenible y, sobre todo, generando sentido de pertenencia en las comunidades locales para que puedan conocer en profundidad su patrimonio natural y cultural", explicó Arias.
Desde esa perspectiva, el huemul es considerado por la Fundación como "una especie paraguas".
Además, es una especie "atípica", indicó Arias. No está habituada al contacto con humanos. Pueden sufrir una enfermedad que se llama miopatía por captura. Por lo tanto, en la Reserva habitan en grandes extensiones de terreno, con bosque maduro y joven, con cursos de agua permanentes, y minimizando los niveles de estrés.
En esa línea, todas las actividades que se realizan al interior de la Reserva están reguladas por la presencia de huemules. La visita al recinto donde se encuentran los ejemplares no está considerada en la oferta de tours.
Guanacos
La reintroducción del guanaco es también parte del trabajo que realiza la Fundación. Ese proyecto comenzó en 2006, cuando se trasladaron 16 ejemplares a la zona.
"Acá, tenemos un plantel reproductivo de aproximadamente 55 ejemplares. Tenemos una superficie de 40 hectáreas, y subdivisiones interiores que nos permiten hacer un manejo de los animales", comentó Arias. Entre los ámbitos de estudio de este proyecto, está la relación de la especie con el puma.
En este trabajo de conservación del guanaco, se han establecido alianzas con la región de la Araucanía.
En 2024, la Fundación Huilo Huilo y la Fundación Luan firmaron un convenio orientado a la restauración ecosistémica, especialmente en la zona andina de la Araucanía, y con foco en la reinserción y conservación del guanaco.
2005 fue el año en que llegó al Centro de Conservación del Huemul la primera pareja de huemules, traída desde la región de Aysén. Al año siguiente, un ejemplar hembra fue trasladado desde Futaleufú.
55 ejemplares conforman el plantel reproductivo de guanacos. La reintroducción del guanaco es también parte del trabajo que realiza la Fundación Huilo Huilo.
1.500 huemules aproximadamente sería el total de ejemplares existentes entre Chile y Argentina. Por eso, realizan esfuerzos para su repoblación.