Pirotecnia, drogas y armas en los barrios
Narcocultura y crimen organizado crecen en Los Ríos. Y los inocentes se ven dañados.
Durante el reciente día de Año Nuevo, la celebración de Valdivia se centró en Los Molinos con fuegos artificiales y música hasta la madrugada. Eso fue lo oficial. Sin embargo, en varios sectores poblacionales de la capital regional también hubo pirotecnia en grande, aunque el uso particular de estos elementos es ilegal. ¿Qué pasó? La narcocultura que se instala en nuestras calles amplió el uso de mensajería que regularmente tienen esos elementos (se detonan para indicar llegada de mercancías) y los convirtió en fiesta.
Situaciones así, tristemente anecdóticas, son parte de las realidades sobre las cuales se habla poco; pero que se viven a diario en las calles de la región, donde los espacios públicos están en constante tensión por el mal uso que la delincuencia hace de ellos. Las plazas, los parques, las esquinas y hasta las canchas donde practican cientos de niños y niñas deportistas cada fin de semana, se ven expuestos a la presencia de pandillas que se reparten los lugares como propios y los disputan con armas.
Ejemplos abundan. Balaceras contra casas y entre personas en Máfil, Paillaco y sectores valdivianos como Los Jazmines, Inés de Suárez, Pablo Neruda, Guacamayo, Norte Grande, Independencia, Barrios Bajos, o el centro de la ciudad -que han hecho noticia en los últimos meses- así lo indican. Y es muy grave su ocurrencia, porque afectan a inocentes, tal como lo demuestra la dolorosa muerte de una funcionaria del Hospital Base de Valdivia, alcanzada por una ráfaga mientras se movilizaba en la locomoción colectiva, precisamente, cerca de un área deportiva.
Violencia, armas, drogas, reclutamiento de jóvenes para actividades ilícitas y establecimiento territorial, son descriptores del crimen organizado. Del que está aquí en Los Ríos. En Valdivia. Por ello es importante que las policías y el Ministerio Público cuenten con herramientas eficaces para enfrentarlo, como -por ejemplo- una unidad del OS-9 de Carabineros y un Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) que ha sido solicitados por la Fiscalía Regional.
No hay respuestas concretas aún a esa petición. Pero avanzar en ello se hace importante, para generar acciones de resguardo poblacional y no permitir que se normalicen los crímenes, mientras las luces iluminan el cielo, sin permisos.