Las claves en la preparación de los trombonistas del Camus Mancera
INSTRUCCIÓN. El lunes partieron las clases de la primera parte del 30° Campamento Musical Marqués de Mancera. El ciclo se extenderá hasta el sábado con dedicación exclusiva al jazz. El profesor Matías Soto es responsable del trombón y acá analiza cómo se busca que el instrumento tenga más protagonismo.
Tratar de mejorar habilidades técnicas y artísticas en solamente seis días. Y además aprender nuevos repertorios con distintos niveles de dificultad. Estos son algunos de los desafíos en las clases del 30° Campamento Musical Marqués de Mancera que el lunes inicio una primera etapa dedicada exclusivamente al jazz.
La instrucción es para niños, niñas y jóvenes en las aulas de la Escuela El Bosque. En el grupo de profesores está Matías Soto, docente en la carrera de Artes Musicales y Sonoras UACh y en el Colegio Bicentenario de Música Juan Sebastián Bach. El también integrante del grupo La Teruka, es quien enseña trombón a un grupo de cuatro músicos en formación que desde el lunes trabajan además, junto a un cornista.
Como parte del proceso es que en cada jornada se revisan elementos teóricos y prácticos de la interpretación del instrumento. Además de factores cruciales como, por ejemplo, la importancia de una correcta respiración y el uso de la exhalación como herramienta para alcanzar ciertas notas musicales que requieren de mayor esfuerzo.
Matías Soto repite por cuarto año como profesor del Camus Mancera, lo que sumado a su faceta de intérprete ligado a diversos proyectos, le ha permitido conocer cómo ha sido la presencia del trombón en el ambiente musical local.
"Hace aproximadamente tres años no había mucho movimiento trombonístico en Valdivia. Tampoco en el sur. Eso fue una de las razones por las cuales en el campamento se escogían cierto tipo de repertorios donde obviamente este instrumento no tenía tanto protagonismo o simplemente no estaba considerado. Aunque el área clásica sinfónica tiene sus propias complejidades, nuestro trabajo era un poco más fácil. Ahora no tanto", explica.
El gran cambio
Por primera vez el Camus Mancera se realiza en dos etapas, lo que permitió implementar ciclos de clases y ensayos mucho más específicos.
El que está actualmente en marcha es conducente a la creación de una Big Band u orquesta de jazz donde tocarán los estudiantes de Matías Soto.
"Sin duda que no tener clases pensando en un repertorio sinfónico es muy distinto. Es entretenido, pero también muy agotador porque tenemos que concentrarnos solamente en la Big Band y eso implica otro tipo de desafíos que también son complejos, ya que las partituras son muy difíciles", dice el músico.