Cafés de Valdivia: Espacios de historias, encuentros y memorias
Trabajadores y trabajadoras de algunos locales tradicionales son testigos diarios de la vida en la capital regional. Aquí comparten su mirada a los cambios que observan...
Valdivia cuenta con diversos espacios de esparcimiento, desde sus áreas verdes, que atraviesan la ciudad, hasta casonas patrimoniales que permiten conocer la historia del territorio y sus habitantes. Pero, qué sucede con aquellos lugares de encuentro cotidiano, aquellos espacios donde las personas inician el día, hacen una pausa en la jornada o encuentran refugio del clima. Estos espacios, los cafés, forman parte del paisaje urbano y de la vida de quienes transitan por la ciudad.
Actualmente existen numerosos locales de este tipo; pero algunos son tradición, con más de 40 años de funcionamiento y con trabajadores y trabajadoras que son testigos privilegiados de la vida en la capital regional.
Es el caso de María Magali Navarro, Maggi, garzona con cerca de 41 años de experiencia trabajando en diversos cafés de la ciudad.
Comenzó desempeñándose en el café "El Grano", que se ubicaba en Arauco, donde hoy existe un centro de pagos. Luego, pasó a trabajar como garzona en el Café Dino's, y hoy continúa su labor en el Café De Luis, heredero del anterior.
Tras tantos años en el mismo rubro, siente que se crió en la gastronomía.
Comenzó muy joven y mientras estaba en el liceo; por las tardes, aprendía a ser garzona. "A mí me gusta mucho tratar con las personas, hablar y convivir con ellas. Mantener esta comunicación diaria, me ayuda mucho y me llena como persona. También, al escucharlas y verlas a diario las voy conociendo. Para mí ha sido maravilloso tener esta oportunidad de trabajar en un espacio como este. Asimismo, uno con los años, va entrando en edad, pero aun así me gusta mucho trabajar en este café, sobre todo por el ambiente que se genera junto a los clientes, el carisma de mis compañeros, el aroma del café y la empatía con la gente. Creo que muchas personas buscan esa conexión más cercana, más humana, no tan fría. Ese saludo al entrar, el llamarlos por su nombre cuando vienen regularmente, le da un valor extra a la experiencia de estar aquí".
Maggi Navarro comentó que en varias oportunidades los clientes se sienten parte de la familia del café.
"Eso uno lo escucha mucho, lo a gusto que se siente y como comparan el trato con otros lugares, la falta de esa carisma, de ese cariño humano, es algo que nos mencionan. Igual, me vienen a ver personas desde muy lejos. Jóvenes que antes eran niños y que venían con sus padres o abuelos al café, ahora son profesionales, están casados, tienen hijos y vuelven acá. Poder ver crecer a las personas y verles formar sus familias es muy lindo."
Sobre cómo ha visto la evolución de la ciudad desde su labor al interior del café, explicó que ha sido una testigo no solo de los cambios en infraestructura, si no también en el comportamiento de las personas.
"Creo que Valdivia ha evolucionado bastante bien, sobre todo en los servicios que se están ofreciendo. La ciudad ha crecido mucho; antes todo era más familiar, ahora somos más grandes. Antes era "el cafecito"; ahora hay muchos cafés en distintos lugares alrededor de Valdivia. Estamos más modernos, tenemos lo tradicional, pero también se ha incorporado la comida gourmet, entre otras cosas".
Un aspecto que Navarro, destacó tiene que ver con el uso de la tecnología y cómo esto al igual que en otras áreas ha impactado en espacios de encuentro como lo son las cafeterías y los restaurantes, para realizar el trabajo diario.
"Ha sido algo nuevo para mí y muy bonito, porque yo pensé que jamás iba a aprender a usar un computador. Ahora tengo la aplicación en mi teléfono, con la cual trabajamos utilizando sistemas y aplicaciones modernas. Uno dice: Dios mío, yo no voy a ser capaz, porque típicamente andábamos con el lápiz y la comanda, escribiendo todo a mano. Ahora no, todo es digital y eso
"La gente ya no es tan conversadora como antes. Son más callados, cada uno en su mundo con el celular..."
María Magali Navarro, Café de Luis
"Conversando con los clientes lo primero que dicen es lo difícil que es poder estacionarse en el centro de Valdivia, eso es algo que está presente y que ha influido bastante..."
Miguel Ángel Cortés, Salón de té Entrelagos